Ahora resulta que FECAL ya no es grato en la Cámara de Diputados, al contrario los "diputeibols" han acudido en masa a sus médicos particulares ( no crea que como nosotros los jodidos, van a ir al IMSS, al ISSSTE, al SEGURO POPULAR), médicos que le son pagados por esa H. Cámara con nuestros dineros vía impuestos.
Todo lo antes dicho se debe a que en dias pasados se descubrió que el restaurante instalado dentro de la mismisima Cámara de Diputados en el D.F. servía desayunos, almuerzos, comidas, cenas y botanitas para nuestros representantes federales, aderezados con hongos (no eran champiñones o huitlacoches, no, no, no). salmonelas y restos de materia fecal (lease: MIERDA).
Por esa razón todo lo que les recuerde a nuestros flamantes diputados que comían materia FECAL, les causa gran aversión. (Ni modos, felipillo, uno no es monedita de oro...)