Ayer

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caminando por Santa Ana

viernes, 4 de febrero de 2011

El Partido del Trabajo le pone el cascabel al gato


            En la sesión de ayer 3 de febrero del 2011 los diputados federales del Partido del Trabajo presentaron ante sus demás colactáneos una gran lona que más o menos decía así “¿tú dejarías conducir tu auto a un borracho? ¿Y porque lo dejas conducir el país”.

            Lo anterior desencadenó la salida en tropel de las bancadas panistas, verde ecologistas y uno que otro priista aduciendo que una irreverencia de tal magnitud no la podían soportar, que no había las condiciones para llevar a cabo la sesión programada para el día de ayer y el presidente en turno de la gloriosa cámara de diputados dio por finalizada la sesión.  Carajos yo me pregunto; porque el presidente de la cámara de diputados no anunció en ese momento que se aplicaría falta injustificada y el descuento correspondiente a los diputados que abandonaron el recinto y que obligaron a la suspensión del día de trabajo programado.  Porque de que se salieron de su trabajo, se salieron o no?
           
            En cualquier centro de trabajo la persona que se sale antes de culminar las labores cotidianas, se la hacen de tos, le aplican el descuento correspondiente y hasta acta administrativa se le levanta al trabajador, porque a los diputados pagados de nuestros descuentos e impuestos no se les sanciona igual, cierto es que la figura presidencial merece respeto, pero ese respeto se gana o no?

            Dice una máxima del derecho “quien afirma debe de probar su dicho y quien niega también debe probarlo” no es más fácil, en lugar de abandonar irresponsablemente una sesión de trabajo,  exigir la probanza del dicho de los diputados del PT y a la vez; demostrar fehacientemente que por las venas del “preciso” circula solamente hemoglobina?????          

jueves, 3 de febrero de 2011


“HAY QUE TENER VALOR DE DECIR LA VERDAD,
SOBRE TODO; CUANDO SE HABLA DE LA VERDAD”
PLATÓN.



LA PRESEA “GUILLERMO GONZÁLEZ GALERA”

            Hace apenas unos cuantos años con motivo del inicio de cursos  se realizaba un evento de importancia capital en la vida del Instituto Campechano, la entrega de la medalla “Guillermo González Galera” a egresados de esta centenaria institución  que se hayan distinguido en los campos de la ciencia o de las artes.

            Este reconocimiento (solo superado por la medalla “Justo Sierra Méndez”), era  entregado por el Instituto Campechano, entendiéndose como tal, a todos los que laboran cotidianamente en el.

            La selección de la persona galardonada con tan alto reconocimiento era el resultado de las propuestas hechas llegar al comité organizador de este evento y toda la comunidad trabajadora de este colegio era partícipe de la ceremonia de entrega en el Teatro “Ricardo Hernández Cárdenas” del reconocimiento que el Instituto Campechano hacía a sus hijos (as) destacados.

             Desde hace unos cuantos años, (quizás 15) la entrega del premio Guillermo González Galera se otorga a quién el Director General (en su tiempo) o rector determine.

            Los trabajadores que asisten al evento son los denominados de “confianza”, políticos y funcionarios gubernamentales que aplaudan  el onirismo del representante legal del benemérito o sea; el máximo tributo que el Instituto Campechano entrega se ha vuelto elitista y con tintes francamente políticos.  Los trabajadores se preguntan “quién es este o cual ganador del premio”, “de donde se los sacaron?” y así, se ha ido devaluando poco a poco la entrega de este reconocimiento.

            El 2 de febrero del 2011, por primera vez en la historia de la entrega de este reconocimiento, fue entregado por partida doble y aunque el Reglamento que norma los parámetros para la entrega del premio no especifica el número de personas que pueden recibirlo, la costumbre había sido la de UN SOLO GANADOR O GANADORA.

¿Por qué dos?  Cual es la prisa??????