DE RECTORES, RECTORAS Y rectorcitos

 

    Cuando el trabajo cotidiano se realiza con el propósito de alcanzar objetivos y de cristalizar estos, en la obtención de metas que redunden en beneficios a la comunidad estudiantil con el firme propósito de entregar a la sociedad productos altamente capacitados, cuando el trabajo realizado no tiene otro objetivo que no sea el de RENDIR CUENTAS CLARAS es inevitable el RECONOCIMIENTO DE PROPIOS Y EXTRAÑOS y por consiguiente, trascender y dejar la huella indeleble de la estadía fecunda en una institución educativa tal y como ocurrió al rendir su informe anual  la C. RECTORA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE.

    Un informe es precisamente eso; dar a conocer al Patronato, a los estudiantes, a los docentes, a los administrativos, a la sociedad y a las autoridades educativas locales y nacionales los logros obtenidos en un año de trabajo incansable, en el cumplimiento a la confianza depositada en la persona que informa.  Así pues, la C. RECTORA DE LA UAC da a conocer que   ya prácticamente el 85 % de los docentes adscritos a esa Universidad tienen ya, estudios de posgrado, que el 21 % de esos docentes pertenecen ya al Sistema Nacional de Investigadores, se trabaja ya en el apoyo para la conclusión exitosa de los alumnos con excelencia académica, deportiva y cultural, se diversificó la oferta educativa con 6 programas de licenciatura y 7 de maestrías buscando el equilibrio entre las nuevas necesidades de profesionistas y los perfiles requeridos por el sector productivo y los retos del desarrollo estatal y regional.  Se informó también que la SEP otorgó por segundo año consecutivo el PREMIO A LA EXCELENCIA EDUCATIVA, el reconocimiento al Sistema Nacional de Bachillerato y se informó que la UAC se convirtió en la Institución número 26 en ingresar al Consorcio de Universidades Mexicanas, la cual incorpora a aquellas con los más altos estándares de competitividad.

    Se informó que organismos internacionales como Scimago Institutions Ranking ubican a la UAC en lugares altamente satisfactorios como lo son el 40 en México y el 250 entre las mejores Universidades de América Latina.

    Eso señores, eso es trabajar bien, eso es trabajar para la comunidad. Seguramente en la UAC no existe nómina de chayoteros, embuteros y directores de revistas catolicas; si, aquellas que aparecen cuando dios quiere¡

    Seguro que en la UAC no existe “nómina chica” para beneficiar a “aplaudidores” y a “trompeteros”.

    Seguro en la UAC no existe una flamante “coordinación general de planeación” y mucho menos existe una “Coordinación General Administrativa”.

    Seguro en la UAC, el Patronato no permitiría que la rectora meta mano impunemente en los dineros descontados a los jubilados.

    Seguro en la UAC, los equipos de computo no son marca “patito”.

    Seguro en la UAC, el software y los antivirus no son “piratas”

    Seguro en la UAC, no se dan los “dobles puestos” en la misma jornada de trabajo.

    Seguro en la UAC, no se le paga al líder sindical viajes a Cuba.

    Seguro en la UAC, no existen muchas cosas que  en otro lugar si existen verdad señor rectorcito??????

    Y para culminar su informe la C. RECTORA  de la UAC anuncia la creación de un nuevo Campus con inversión de 56 millones de pesos¡¡¡¡¡¡ mmmmm …ya quisiera el señor rectorcito poder meter las manos en ese morral.



AFORES, EL ATRACO PERFECTO

    Decía el tristemente célebre Vicente Fox que las AFORES garantizaban que cuando el trabajador se retirara después de haber cumplido con los años de servicios requeridos, el dinero que había logrado reunir en su cuenta, serviría para que pudiera dedicarse a cualquier actividad que le permitiera vivir con dignidad, que podría tener su “changarrito” que las AFORES según el eran la panacea del jodido trabajador.

    La realidad es bien distinta ya que cuando algún trabajador opta por jubilarse, comienza su verdadero calvario y el desengaño al percatarse que fue objeto del robo perfecto. Pero vamos por partes como dijera Jack el Destripador:

    Aquellos trabajadores que ya se encontraban en servicio antes del año de 1992, se encontraban bajo el amparo y la tutela de la Ley del IMSS de 1973 o sea; que los descuentos de cuotas a ese IMSS realizados puntualmente cada quincena, servirían (cuando se llegase a cotizar 500 semanas como mínimo)para jubilarse y contar con la pensión que otorga el IMSS, pero; siempre llega el “pero” que le da en la madre a todo.  Con la brillante idea de que la creación de las AFORES solucionarían el problema de liquidez económica del IMSS, se les dio luz verde a todas las instituciones que quisieran convertirse en “administradoras” de los dineros depositados por el patrón a cada trabajador; de tal manera que el dinero del trabajador, solo lo ve a través de los informes semestrales que las aseguradoras envían al jodido trabajador.

    Cuando el trabajador que se encontraba protegido por la Ley del IMSS de 1973, se jubila, se lleva la gran sorpresa que esos dineros que las Aseguradoras le decían que tenía en su cuenta, servirá para pagarle su pensión (tu dinero, pura madre que te lo devuelven), según tengo entendido; en la mismísima Constitución de este maltrecho México hay un artículo que dice que “ninguna Ley podrá  tener el carácter de retroactividad en perjuicio de persona alguna” entonces porque carajos a los trabajadores que ya habían cotizado sus semanas reglamentarias al régimen del IMSS de 1973, ahora le salen con la grandísima estupidez que del dinero de las AFORES no les toca ni madressssss¡¡¡¡ que ese dinero es para pagarle su pensión.  Y yo me pregunto; y las semanas cotizadas de acuerdo a la Ley de 1973 del IMSS y yo mismo me respondo; QUE POCA MADRE.

    Pero no todo es parejo, a los empleados federales, a los empleados del IMSS que se jubilan respaldados por la Ley del IMSS de 1973, a esos si les devuelven integro su dinero depositado en la AFORE correspondiente y el IMSS les paga su pensión tal y como les corresponde.  Coño¡¡ me vuelvo a repreguntar, Porqué a unos si y a otros no?????????????  Y me vuelvo a responder  QUE POCA MADREEEEEE¡¡¡¡¡¡¡¡